
Por: María Nancy Lozano Chacón (D. Humanidades)
Héctor William Gutiérrez (D. Edu. Física)
E l 2001 es un año significativo para el Liceo pues es cuando las estudiantes, en una verdadera muestra de amor por su colegio, empoderamiento, valentía y coraje, enfrentaron al sistema político departamental y evitaron que “su Liceo” fuera vendido. Queremos aprovechar un artículo del diario la Bagatela escrito por Stella Olaya Rico que refleja claramente como sucedieron los hechos:
“Todo comenzó cuando el Gobernador de Cundinamarca, Álvaro Cruz Vargas, pastranista redomado y serpista recomendado, enmarcado ciegamente en criterios municipalistas y argumentando que su departamento no tenía jurisdicción sobre Bogotá, decidió cerrar los tres colegios de Cundinamarca que funcionan en la capital: Liceo Femenino, Silveria Espinosa de Rendon y Departamental de Fontibón. En Marzo, sin pensar en los efectos sociales y pedagógicos de semejante decisión, ordenó medidas para liquidar los planteles, y los rectores, salvo tres excepciones, iniciaron su ejecución. En julio, las niñas escucharon los primeros informes y denuncias del sindicato de maestros, ADEC, y, muy “pilosas”, empezaron a mostrar interés por los anuncios de venta de los colegios y reubicación de docentes. Conscientes de las implicaciones de un cierre que las lanzaría a la calle y las privaría del derecho a la educación pública, empezaron a reunirse para discutir la preocupación común, apoyaron la convocatoria del sindicato a padres de familia, y acudieron a las asambleas convocadas por sindicatos, Comité pro defensa de los colegios y organizaciones estudiantiles”.
El debate en el Concejo
En este proceso había algo insólito: ningún funcionario de Cundinamarca atendía el reclamo de las estudiantes y del sindicato ADEC. Piedad Caballero y el Gobernador repitieron que la medida no tenia reversa y la Asamblea Departamental adoptó un desesperante silencio cómplice. Un grupo de la asociación de padres empezaba a patinar en el negocio de la venta de los colegios y disminuía su papel en la movilización. Antanas Mockus y Cecilia María Vélez, solidarios con el Gobernador, anunciaban que las niñas tendrían cupos en los colegios distritales. Varios concejales de Bogotá, sabiendo del déficit de más de 180.000 cupos en la ciudad tuvieron el buen criterio de promover un debate sobre el problema.
El 10 de septiembre fueron citados el Gobernador y las Secretarias de Educación, sólamente llegó Cecilia María Vélez para mantener la oferta de cupos escasos y dispersos en toda la ciudad. Los padres sintieron, por primera vez, que nada estaba seguro y las niñas entendieron que todo dependía de ellas.
A la vía.
11 de Octubre.
Los planes del Gobernador avanzaban de prisa. Negaba cualquier negociación. Las jóvenes, desde preescolar hasta grado 11, abrieron puertas y se volcaron sobre la exclusiva vía de Transmilenio. Inmediatamente la policía inició un dispositivo antimotines que cercó, de manera inaudita, al grupo de adolescentes. Jóvenes del Consec, de la Normal Distrital y de los colegios del sector se unieron y ese hermoso ramillete de quinceañeras, de medias tobilleras, delantales y colitas de caballo, con las mejillas tostadas, protagonizó una escena de resistencia, una lección más de dignidad para todo el país. La fuerza pública enfrentó a más de mil niñas de uniforme, sentadas sobre la vía de Transmilenio, envió tanquetas y fuerza de choque y detuvo a 16 estudiantes menores de 16 años, a varios padres de familia y a la fiscal de la ADE, Stella Olaya. El bloqueo de Transmilenio tuvo un efecto práctico: los medios de comunicación llegaron y todo el país conoció el conflicto.
La permanencia. Resistencia civil estudiantil.
La finalización del año escolar era la gran prueba. Una vez culminado el año, las dirigentes se graduaban, los rectores cerraban puertas y… al abismo. El Gobernador esperaba ese momento, la mayoría de padres también; por eso corrían por todos los CADEL buscando los cupos prometidos. Pero en esas jóvenes no se observaba la mínima resignación. Por eso, mientras los demás esperaban lo irremediable, ellas se reunían a cantar, a reír y actuar decididas a hacer la toma. No era propiamente una toma, era
Una permanencia legítima. Sencillamente se quedaron con una declaración “sólamente saldremos cuando por escrito se nos garantice que el colegio no se cierra”. No pensaron en las incomodidades, en las frías noches que les esperaban. Las estudiantes de grado 11 sacrificaban su grado, posiblemente el ingreso a la universidad. El efecto inmediato: la fuerza pública esta vez tuvo que respetar, Los rectores no pudieron culminar la orden del Gobernador, los padres apoyaron la decisión y las estudiantes del Colegio Silveria Espinosa no se quedaron atrás y también se tomaron su colegio.
El escenario de lucha
Era el peor momento para negociar, no solamente por ser período de vacaciones sino porque el Congreso debatía en ese momento el proyecto de Ley 120 que precisamente remataría la educación pública, con recorte financiero, responsabilidad municipal, racionalización y cobertura focalizada hacia sectores marginales. En esas condiciones se protagonizaron las mejores acciones de estas jóvenes y del sindicato de maestros, y ante la negativa del gobernador a dialogar, llevaron el conflicto al Congreso y se cohesionaron internamente para impedir cualquier intento de desalojo. En esta férrea unidad y claridad de objetivos y de táctica, entre los miles de protagonistas, surgieron líderes que representaron y dirigieron la acción ganándose el cariño, la confianza y el respeto de sus compañeras.
Ivonne:un gran aporte a la lucha
Aún confundida, esta muñeca de hoyuelos en las mejillas y con 8 años que cursaba tercer grado, conmocionó a Colombia cuando por televisión sentenció algo sencillo y muy sentido “un pinche Gobernador no tiene por qué venir a quitarnos nuestro colegio”. Ivonne expresó con esto el grado tan alto de pertenencia que todos los niños, niñas y jóvenes de este país tienen hacia sus escuelas y una lógica del derecho totalmente opuesta a la de los neoliberales que cierran cursos, jornadas y colegios para reducir costos. Ivonne recorrió todos los medios de comunicación y escuchó todos los debates en el Senado. Su aporte en esta lucha fue grande: simbolizar a los niños del pueblo, al presente y al futuro de la resistencia.
Karen Díaz: a sus 17 años se caracterizó por su aplomo y prudencia, por esto y por su caminar pausado, sonrisa tranquila y esa forma de ver las cosas con absoluto respeto, recibió de sus compañeras la dirección de la toma. Karen estuvo atenta a todas las recomendaciones, a los consejos de las organizaciones y a los comentarios de la prensa, pero solamente actuaba bajo las decisiones de la Asamblea de Estudiantes. Su respeto a la Asamblea permitió dar unidad y correcta conducción del Movimiento y el apoyo de los medios y sus diálogos ante los políticos. Participó en las discusiones y eventos hechos en Gobernación, Personería, Senado, Cámara y Concejo de Bogotá. Asistió a conferencias y se preocupó por investigar más del tema. Sus discursos fueron claros y contundentes:“exigimos que no se cierren los colegios, respeto por parte de la fuerza pública a la integridad física de las estudiantes y sólo saldremos cuando tengamos una norma que garantice la solución”. Desde las grandiosas manifestaciones estudiantiles de mayo y junio y la toma de colegios en Bogotá contra el acto legislativo 012, Karen, en el semillero de dirigentes estudiantiles, tenía claro el camino a recorrer: la resistencia. Ahora ya no es semilla, es dirigente estudiantil y ¡qué dirigente!
La victoria
El tesón, la firmeza y la unidad de las estudiantes y la ADEC, logró que algunos senadores, representantes y concejales aceptaran proponer un artículo en la ley 715, el 109; único artículo que fue negociado y acordado, y el único que se salva de esta Ley. Así se logró el propósito: una norma que garantizará la continuidad de tres colegios públicos en Bogotá y a su vez la educación de 12.000 estudiantes. I igualmente la exposición de iniciativas, que conlleven a la transformación de la relación entre la estudiante y la cultura.
SOY EX ALUMNA DEL LICEO PROMOCION 2001 UNA DE LAS NIÑAS DE ONCE DE LA JORNADA MANANA QUE PARTICIPAMOS EN LA TOMA DE NUESTRO COLEGIO LICEO FEMENINO DE CUNDINAMARCA "MERCEDES NARIÑO" SOY DE LA ULTMA PROMOCION .....PERO HOY AL VER ESTE ARTICULO SE ME HUMEDECIERON LOS OJOS DE RECORDAR LA LUCHA DENTRO DEL COLEGIO Y LO QUE NOS MANTENIA FIRMES ERA LOGRAR NUESTRO COMETIDO .......QUE BONITO RECORDAR QUE FUI PARTE DE AQUELLO TAN GRANDE .....MUCHAS GRACIAS !!!!
ResponderEliminarEstoy haciendo una investigación sobre el Movimiento Estudiantil del Liceo Femenino del 2001 y quisiera hablar con estudiantes que participaron. Podría hablar contigo? Gracias, Patricia Cardoso
EliminarEstoy haciendo una investigación sobre el Movimiento Estudiantil del Liceo Femenino del 2001 y quisiera hablar con estudiantes que participaron.
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